Dragones: de los fósiles a la vida actual
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| Abronia oaxacae (© Leticia Soriano Flores) |
Los dragones han estado presentes en la mitología de diversas culturas del mundo. Aunque aún existen dudas sobre el origen de estas figuras (desde fósiles de pterosaurios hasta exageraciones en la percepción de reptiles como los cocodrilos), un nuevo fósil parecido a los dragones occidentales nos confirma que, a veces, la vida imita al arte.
Su nombre es Ambopteryx y junto con su primo, Yi, son los únicos dinosaurios conocidos que poseían alas membranosas, como los murciélagos [1, 2]. Hasta hace pocos años, los únicos dinosaurios alados conocidos eran aquellos con plumas, como el Archaeopteryx, que poseen alas relativamente similares a las aves. ¿Qué hay de los pterosaurios? Aunque los denominemos dinosaurios, esto es un error común: Pertenecían a un grupo separado de vertebrados prehistóricos y, aunque convivieron, los pterosaurios se extinguieron mientras los dinosaurios dieron origen a las aves.
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| Reconstrucción de Yi qi (© E. Willoughby) |
Ciertamente, este descubrimiento ha puesto sobre la mesa varias preguntas sobre la evolución del vuelo en vertebrados: ¿Por qué Ambopteryx y Yi poseyeron alas membranosas similares a los pterosaurios? ¿Por qué esta característica desapareció de la linea evolutiva de los dinosaurios, mientras reapareció en un grupo distante a las aves, más de cien millones de años después, con el origen de los murciélagos? Es un misterio.
Al igual que las alas membranosas no desaparecieron con la extinción de estos dinosaurios y los pterosaurios, los dragones tampoco murieron con ellos.
Claro que esto no se trata de aquellos traídos a la vida (¿o al live-action?) con Juego de Tronos, sino de unos pequeños lagartos del género Abronia, mejor conocidos como dragoncitos. Existen 29 especies que van desde México hasta Honduras y El Salvador. Se encuentran en climas templados húmedos, es decir, en bosques de tierras altas y son de hábitos arborícolas [3]. No hace falta explicaciones profundas para su nombre común: sus anchas escamas y colores variados inmediatamente traen a la mente a los mejores cuentos míticos. |
| Dragoncito del Eje Neovolcánico (Abronia deppi, © eusebio78) |
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| Dragoncito Oaxaqueño (Abronia oaxacae, © L. Soriano) |
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| Dragoncito del Sur de la Sierra Madre Oriental (Abronia graminea, © ric_ramirez) |
Desgraciadamente, su estado actual es similar a los dragones de Daenerys en las últimas temporadas de Juego de Tronos: más de la mitad de especies de dragoncitos se encuentran en peligro, sólo el 7% no están bajo amenazas y se desconoce el estado del 28%. Las tres principales razones que ponen en riesgo a estas especies son la deforestación, tanto para agricultura como para explotación maderera, tráfico ilegal como mascotas (el problema de ser carismáticas), y los pobladores que las matan bajo el mito de que son venenosas (no lo son). Por lo que si ves dragoncitos en tiendas de mascotas o algún sitio no natural contacta a las autoridades ambientales de tu localidad (contacto de PROFEPA). Pero para poder proteger las especies es necesario primero saber cómo son, así que aquí está una guía para identificar dragoncitos publicado por la CONABIO, que incluye a especies no mexicanas.
Por supuesto, la historia de los dragones no acaba aquí, les hemos dado el honor de ponerles su nombre a sin fin de seres vivos, desde reptiles hasta plantas, moluscos, peces e insectos. Y aunque en las historias de los dragones occidentales los pintamos como malvados, nuestra fascinación por aquellas especies más emblemáticas nos ha hecho llamarlas así, como los dragoncitos.
Referencias
[1] Xu, X. et al. 2015. A bizarre Jurassic maniraptoran theropod with preserved evidence of membranous wings. Nature, 521: 70-73.
[2] Wang, M. et al. 2019. A new Jurassic scansoriopterygid and the loss of membranous wings in theropod dinosaurs. Nature, 569: 256–259.
[3] Güizado Rodríguez, M. A. & Porto Ramírez, S. L. 2018. Los dragoncitos de México: Lagartijas enigmáticas, desconocidas y amenazadas. Biodiversitas, 141: 1-6.
[1] Xu, X. et al. 2015. A bizarre Jurassic maniraptoran theropod with preserved evidence of membranous wings. Nature, 521: 70-73.
[2] Wang, M. et al. 2019. A new Jurassic scansoriopterygid and the loss of membranous wings in theropod dinosaurs. Nature, 569: 256–259.
[3] Güizado Rodríguez, M. A. & Porto Ramírez, S. L. 2018. Los dragoncitos de México: Lagartijas enigmáticas, desconocidas y amenazadas. Biodiversitas, 141: 1-6.
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