Ratón chapulinero (Onychomys torridus)

¿Qué tiene de especial un simple ratón silvestre? Muchas veces las especies ocultan características detrás de sus tiernas facetas. El ratón chapulinero no es un granívoro como otros roedores, aunque consume semillas de forma ocasional, es carnívoro y se alimenta principalmente de artrópodos.

Pertenece, al igual que otros roedores, al orden Rodentia, familia Cricetidae (grupo muy variado que incluye a los ratones del Nuevo Mundo), género Onychomys y epíteto específico torridus (Onychomys torridus).

Se distribuye en valles áridos y desiertos de matorral de México y Estados Unidos. Su pelaje es de un característico color naranja y es fácil distinguirlo por su pequeña cola que mide menos de la longitud de su cuerpo [1]. Y aunque es muy pequeño (pesa entre 16 y 40g) su comportamiento es comparable con el de los grandes carnívoros como el lobo. Normalmente forman grupos sociales donde ambos padres cuidan, alimentan y enseñan a sus crías a cazar. El ratón chapulinero “aúlla” parándose sobre sus patas traseras e inclinando su cabeza hacia atrás para comunicarse con otros miembros de su familia.

Según la etimología, su nombre científico significa:
Onycho-: uña o garra; -myos: ratón, con forma de ratón.
torridus: tórrido, muy caluroso
Una característica bastante interesante de este ratón, es su alta resistencia al veneno de los alacranes (escorpiones). Uno de los más venenosos es el alacrán de corteza (Centrurioides exilicauda), el cual, junto con otros escorpiones del mismo género, es altamente peligroso para la fauna y para los humanos. Lo más interesante de este pequeño roedor, no es sólo el hecho de depredar el alacrán de corteza, sino su capacidad de resistir al veneno del mismo, que normalmente lleva a la muerte de sus víctimas.

En un estudio por Ashlee Rowe y colaboradores [2] descubrieron que el ratón chapulinero que, además de inhibir el veneno, también produce una reacción analgésica que le permite sentir menos dolor cada vez que el alacrán lo vuelve a picar. Otro aspecto importante es que la simpatría (cuando dos especies coexisten en la misma área geográfica) es determinante para su capacidad analgésica [3], siendo que aquellas poblaciones simpátricas con el alacrán de corteza tienen una mayor resistencia al veneno que aquellos que no. Es posible que este descubrimiento ayude al desarrollo de analgésicos en la medicina humana, para que éstos activen una acción más efectiva ante el dolor con efectos secundarios menores que los analgésicos que actualmente usamos.

Un video muy interesante de la Universidad Estatal de Michigan (inglés):


Referencias
[1] McCarty, R. 1975. Onychomys torridus. Mammalian Species, 59: 1-5.
[2] Rowe, A. H. et al. 2013. Voltage-gated sodium channel in grasshopper mice defends against bark scorpion toxin. Science, 342(6157): 441-446.
[3] Rowe, A. H. & Rowe, M. P. 2008. Physiological resistance of grasshopper mice (Onychomys spp.) to Arizona bark scorpion (Centruroides exilicauda) venom. Toxicon, 52(5): 597-605.

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